Para gustos hay colores. Pero para el buen gusto, todos los colores. Este departamento ideal podría ser un lienzo blanco clásico, sin estridencias ni notas discordantes. En lugar de eso, el interiorista Iñigo Iriarte diseñó un espacio de un estilo creativo que mezcla exturas y textiles, grandes piezas de arte, ligeros toques dorados y, por supuesto, una paleta cromática que sorprende con toques flúor y pigmentos saturados.